ARTISTAS
Lucia de la Cruz
Historia
Lucía Magdalena de la Cruz Cuya, (Lima, 20 de agosto de 1953) es una reconocida intérprete y folclorista peruana. Interpreta géneros afro-peruanos y valses criollos.
Nacida en 1953, en Lima, fue criada en el seno de una tradicional familia limeña, devota del Señor de los Milagros. De temperamento indomable no conoce fronteras, incluida la norteamericana, afrontó una investigación por tráfico de personas una gira a Paterson, EE. UU. Desde el 2006, estuvo casada con Edson Saravia, a quien conoció en el medio artístico que ambos laboran, relación que tuvo corto periodo.
Se inicia a los seis años de edad, siendo sus primeras presentaciones en la radio, en un programa para niños llamado “El Club Infantil” que dirigía la señora Maruja Venegas Salinas. A los nueve años de edad debuta en el canal 11 de televisión, en el programa Cantando con mi Guitarra, que producían los esposos Mega Guerrero.
En 1965 ingresa a formar parte del elenco del primer programa de los Indios Aguarunas en Radio Lima, pasando casi de inmediato a Radio Victoria junto a Los Embajadores Criollos (Los Cantores del Pueblo) autoridades musicales por aquella época, como el recordado Lázaro Tello.
También formó parte del programa El Mundo de los Niños de Ofelia Ortiz en Radio El Sol, emisora donde pasaron grandes luminarias del criollismo, ubicado en la zona de Santa Beatriz, donde también quedaba el Canal 9. La radio estaba ubicada en el sótano. Por dicha .
Participó en El Sentir de los Barrios, semillero de la música criolla, centro apadrinado por dos grandes de este género, la gran interprete Teresita Valásquez y el Caballero del Vals Roberto Tello.
En adelante todo sería triunfos y satifacciones para Lucía, a sus 15 años con permiso de un juez de menores, daba inicio a sus presentaciones en algunas de las peñas más populares de la gran Lima, esa Lima bohemia y criolla, así como en el puerto del Callao. Los primeros locales en albergar a esta joven intérprete fueron Viña del Mar, ubicado en Magdalena del Mar, El Parral, del Jirón Cajamarca en el distrito del Rímac y el famoso Restaurante El Sabroso del recordado Lucho Rospigliosi en el Callao.
A los 17 años participa en su primer Festival de la Canción Internacional dando inicio a su cosecha de trofeos, conquistando nada más y nada menos que 27 festivales que le permitieron ganarse el nombre de «La Reina de los Festivales», en los que supo dejar el nombre del Perú muy en alto.
Lucía era la preferida por los compositores más renombrados de nuestro medio, que no perdían la oportunidad de ofrecerle sus temas, como: Vieja Limeña, Quiero que estés Conmigo, Las Horas que Perdí, En esta Habitación, Yo creo que hay un Dios, entre otros. También en muchas de esas competencias, la incomparable voz de Lucía de la Cruz, dejó en el camino a renombrados artistas internacionales como Ricardo Montaner, “Tormenta”, Naira Perdomo, “Marcelo de Chile” entre otros. Todos estos triunfos de Lucía la comprometían con la música que la vio nacer como artista, la música criolla del Perú que nunca ha dejado de interpretar, como sólo ella sabe hacerlo.
En 1979 viaja por primera vez a la ciudad de Los Angeles, California, junto a la Reina y Señora de la Canción Criolla, María de Jesús Vásquez, a uno de los grandes comediantes peruanos, Néstor Quinteros y al trío Kimza cuya primera voz entonces era Pepe Prado (radicado en la ciudad de Chicago). A partir de este primer viaje a los Estados Unidos, Lucía es presentada en muchas otras ciudades norteamericanas, recorriendo con su arte todo Centro y Sudamérica. El éxito es tan grande que viaja además, ese mismo año, al viejo continente, llevando su arte a países como Italia, Francia, Inglaterra, Alemania y también la ciudad de Estocolmo. Como si fuese poco, a su regreso a Lima de esta gira maravillosa, la esperaba una propuesta para presentarse en el Japón.
Lucía que habiendo formado su propio marco musical, se dio con la sorpresa, al regreso de una de sus giras por el extrajero, que una de sus “compañeras” de arte, se había apoderado de dicho marco musical, algo que Lucía consideró como un golpe muy bajo, del que ni vale la pena hablar.
Cuenta con un nuevo y renovado marco musical, donde le da la oportunidad a nuevos y talentosos valores del criollismo, todos estos, jóvenes con ansias y muchas ganas de sobresalir en este difícil ámbito artístico. Lucía ha reclutado como primera guitarra, Hugo Bustíos de Huanta-Ayacucho, en el bajo, Rolando Vento de Arequipa, Christian en el piano, “Pepito” (como ella le llama) en el saxo, Alejandro Villa Gómez (de sólo 19 años), en las congas, Jean Franco Ramos (de 18 años) en los bongoes, Alain Reyes, en el cajón y con ellos, Edson Saravia Carreño (gran percusionista que integrara la famosa agrupación Perú Negro). Edson es el director del marco musical que acompaña a Lucía de la Cruz en cada una de sus presentaciones. El coro está conformado por Santiago Hernández y Miluska Lavalle y en la parte bailable, la reina del ritmo y sabor (como la llama Lucía), Sugey Arguedas.
El 3 de marzo del 2007 dio un Concierto Criollo Sinfónico «Lucía y sólo Lucía», con acompañamiento de la Orquesta Sinfónica Nacional en el Teatro Peruano Japonés de Lima.
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